Curiosa coincidencia entre pasajeros que se salvaron de diferentes accidentes de avión
Una historia que parece sacada de una película ha capturado la atención del mundo: dos personas, sobrevivientes de accidentes aéreos ocurridos con casi tres décadas de diferencia y en distintos países, estaban sentadas en el mismo lugar del avión: el asiento 11A. Este hecho ha generado todo tipo de reacciones, desde teorías supersticiosas hasta reflexiones más racionales sobre seguridad aérea.
El caso más reciente sucedió el 12 de junio de 2025 en India, cuando Vishwash Kumar Ramesh, un ciudadano británico de origen indio, fue el único sobreviviente del vuelo AI171 de Air India, que se estrelló en Ahmedabad. El Boeing 787 transportaba 242 personas. Ramesh, que ocupaba el asiento 11A, fue hallado de pie entre los restos del avión con heridas menores.
Este hecho activó la memoria colectiva de los amantes de la aviación y llevó a descubrir una coincidencia increíble: en 1998, durante un accidente del vuelo 261 de Thai Airways en Tailandia, el único sobreviviente, Ruangsak James Loychusak, también estaba en el 11A. La historia repitió un patrón improbable, dejando a todos con la piel de gallina.
Accidentes, supersticiones y seguridad: ¿casualidad o señal?
El actor tailandés Loychusak, ahora de 47 años, expresó su asombro en redes sociales al conocer la historia de Ramesh. En una publicación que se volvió viral, escribió: “Tuve escalofríos. El único sobreviviente del accidente aéreo en India estaba sentado en el mismo número de asiento que yo, el 11A”. Las redes estallaron con mensajes, preguntas y teorías sobre si este asiento tiene algún tipo de “magia” o si se trata simplemente de una extraordinaria coincidencia.
Expertos en aviación no tardaron en pronunciarse. Según estudios, el factor que más influye en la supervivencia durante un accidente aéreo es la cercanía a una salida de emergencia. Y sí, en ambos casos, el asiento 11A estaba ubicado justo al lado de una. Aunque no existen pruebas de que un número de asiento específico salve vidas, sí se reconoce que su posición fue determinante.
También se ha mencionado que esta ubicación, justo delante del ala y cerca de una estructura reforzada, podría haber ayudado. Sin embargo, autoridades y científicos insisten: este tipo de eventos no deben alimentar supersticiones infundadas. Son casos rarísimos y la coincidencia, aunque impactante, sigue siendo eso: una coincidencia.
El impacto emocional detrás de los accidentes y sus sobrevivientes
Más allá de lo estadístico y técnico, estas dos historias están marcadas por el dolor. Ramesh, quien sobrevivió al siniestro en India, viajaba con su hermano, que no logró sobrevivir. “Por favor, ayúdenme a encontrarlo”, imploró desde el hospital. En el caso de Loychusak, las secuelas fueron profundas: durante una década no pudo volar con tranquilidad y padeció ataques de ansiedad cada vez que una tormenta aparecía.
Ambos se enfrentaron no solo a la pérdida de compañeros de vuelo, sino a una vida marcada por un evento traumático que los convirtió, por azar o destino, en testigos únicos de dos tragedias. El asiento 11A será recordado no por supersticiones, sino por haber estado, en dos ocasiones, en el lugar exacto para salvar vidas.